Será brujería dicen algunos, karma le llaman otros pero lo que está viviendo el PAN en NL está para pensarse, han caído en una espiral problemática y los sucesos recientes hacen creer que hay algo más que mera casualidad.
La muerte de Jesús Gómez y el asesinato de Ricardo Flores han puesto bajo lupa a Samuel García, quien se encontraba en la India atrayendo inversiones. El pleito en el Congreso Local ha generado inseguridad y ha puesto en duda sus propios intereses.
Es pertinente cuestionar el nivel de corrupción en el PRIAN, dado el enriquecimiento de Flores como Director Jurídico del Congreso y su apodo como el “Zar de las canchas”. ¿Cómo pudo llevar a cabo estas actividades a la par de su función pública?
El futuro del PAN en NL se vislumbra sombrío si no se abordan de manera transparente y contundente estos problemas. Es hora de que el PAN sea auto crítico y volteé a ver entre sus filas ya que se puede encontrar más de un judas.